sábado, 10 de noviembre de 2007

¡NO al maltrato animal!


A Lou le encontraron con una soga al cuello con la que le habían atado a un coche y arrastrado por la carretera, por lo que estaba totalmente desollado además de famélico y no tenía fuerzas ni para respirar. Al verle pensaron que era un galgo, cuando se trata de un cruce de mastín y pastor alemán, pero es que se podía coger su cintura con dos dedos de la misma mano. 20MINUTOS

Las fotos que acompañan el artículo probablemente hieran la sensibilidad de los lectores, como sin duda hirieron la mía cuando la vi. El objetivo de su publicación no es otro que apoyar desde este blog en la concienciación general del grave problema de los malos tratos a los perros.


En España, a fin de temporada, los podencos y galgos utilizados en la caza, son con frecuencia sacrificados con tintes auténticamente sádicos: Palos en la boca para que mueran de hambre, ahorcados con los patas rozando el suelo para que la agonía sea más larga, o “simplemente” atados y abandonados. Carlos García ha creado una estremecedora web que titula español avergonzado denunciando algunos casos de malos tratos a los galgos en España, tanto en la caza como en los canódromos de apuestas deportivas.
Muchos de ellos, la mayoría hembras, tienen la dentadura destrozada por la glucosa que se les suministra para que sean más rápidos además de vivir confinados en jaulas metálicas de 1 metro cuadrado toda su vida "laboral", también sufren desnutrición y a menudo tienen el cuerpo cubierto de llagas.
Pero no son los glagos las únicas mascotas víctimas de la barbarie, hay múltiples ejemplos de malos tratos publicados en distintos medios: Una estremecedora historia de ahorcamiento de perros denunciada en Alicante, un asalto popular de los vecinos al instituto Pasteur de Buenos Aires, donde según los vecinos, los perros “gritan como locos” y se sospecha que “se los mata para comercializar la sangre, el cuero y la carne, o la terrible denuncia de un perro quemado vivo en Leganés, son botones de una larga muestra.
Existen diferentes campañas para denunciar hechos de este tipo, la Asociación PENTA, hace un llamado para que participen en una de ellas. También hemos encontrado por la web diferentes asociaciones defensoras de animales en las que apoyarse como: ADDA (Asociación para la Defensa de los Derechos de los Animales) o ANAA (Asociación Nacional de los Amigos de los Animales).
En cualquier caso hay que destacar que en teoría en todos los países desarrollados existe la percepción generalizada de que el maltrato injustificado a los animales es un delito que debe de ser perseguido y juzgado con severidad. Hay una declaración universal de los derechos de los animales y multitud de legislación nacional que supuestamente respalda esta idea. Pero la realidad es que el maltrato animal no está incluido en el código penal, y que en las leyes se cualifica estos hechos como falta, y sancionan al culpable solamente con multas.